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Las calderas de condensación se han abierto paso en el mercado con una fuerza inusitada. El fenómeno no es fruto de la casualidad, ya que estos dispositivos consiguen una eficiencia mucho más alta que la del resto de modelos disponibles en el mercado. Así, como expertos en calderas, aquí queremos mostrarte algunas de las ventajas que tienen los modelos de condensación.

Ventajas de las calderas con sistema de condensación

Las ventajas de este tipo de sistema pasan por su máximo aprovechamiento energético, un menor consumo y, por supuesto, un menor número de emisiones que se traduce en un menor impacto en el medio ambiente. Todas estas ventajas deben ser valoradas si tienes que proceder a la reparación de caldera en tu hogar o si estás pensando mejorar el funcionamiento del modelo que ya tengas.

Alto rendimiento

La primera ventaja es la que tiene que estar relacionada con el funcionamiento de la caldera. Al fin y al cabo, como usuario lo que buscas seguramente es mantener a tu familia caliente en invierno, por lo que ninguna otra ventaja tendría interés si los modelos de condensación no consiguieran este objetivo de forma realmente eficiente.

Para que puedas hacerte una idea, este modelo es el único que supera el 100 % de rendimiento, por lo que es imposible que se encuentre en el mercado otro tipo de caldera que pueda ofrecer el calor de esta.

Como es normal, las calderas producen en su interior calor proveniente de la combustión de las materias primas empleadas en su funcionamiento. Normalmente, este calor sale despedido por la chimenea situada en la parte superior de las calderas, por lo que termina perdiéndose en la atmósfera.

Con ello se produce la consiguiente pérdida energética. Parte de las materias primas quemadas son desaprovechadas en forma de este calor residual, algo que no sucede con los modelos de condensación.

En su lugar, estas calderas retienen este calor producido por la combustión convirtiéndolo en nueva energía a través de un sistema de condensación. Es por ello que puede hablarse de un alto rendimiento que supera el 100 %, ya que no hay ningún tipo de residuo que no se aproveche para calentar el lugar en el que se instalan estos dispositivos.

técnico calderas de condensación Madrid

Menor consumo energético

Teniendo en cuenta lo anterior, es fácil entender que este tipo de caldera necesita menos combustible para generar la misma cantidad de calor. Sin ese volumen de calor residual que se pierde por la combustión, los sistemas de condensación maximizan el aprovechamiento energético, algo que notarás en la factura final de tu calefacción.

Cambiar a un modelo de condensación puede suponer un ahorro de entre un 15 % y un 20 % de la energía consumida. Si bien es cierto que estos dispositivos tienen un coste ligeramente más elevado que el de otros tipos de caldera, el gasto inicial no tarda demasiado en amortizarse por el ahorro que conlleva el menor consumo energético.

Esta es otra de las grandes ventajas de los sistemas de condensación. Su alto rendimiento provoca que el aparato pueda aprovechar hasta la última gota de combustible consiguiendo que sea necesario un gasto del mismo menor para conseguir los mismos resultados.

Por lo tanto, las calderas que usan sistemas de condensación son capaces de dar más calor de forma más económica, algo que tienes que valor si vas a reparar tu caldera.

Menor emisión de CO2

Muchos expertos apuntan a las calderas domésticas a la hora de mostrar uno de los grandes problemas que tienen las actuales ciudades. Las calderas emplean en su funcionamiento gas que emite CO2 a la atmósfera cuando es quemado para obtener calor.

En los inviernos, el impacto en grandes ciudades llega a ser casi tan importante como el que se produce por la circulación, por lo que no se debe tomar a la ligera lo contaminante que puede llegar a ser el sistema de calefacción de tu hogar.

Ahora bien, los modelos de condensación, al necesitar menos combustible para funcionar, producen una emisión de CO2 mucho más reducida que las de otras calderas con sistemas más tradicionales.

Como acabamos de decir, esto se debe a su menor uso de gas, aunque también influye el que la caldera aproveche el calor residual generado en la combustión del gas para producir más energía.

La temperatura también es importante. Los modelos de condensación funcionan a 45-50 grados, por lo que la quema del combustible fósil no tiene el mismo impacto que sí que se produce en los modelos menos avanzados.

En definitiva, si se va a llevar a cabo la reparación de la caldera o se busca un nuevo modelo en Madrid, algo para lo que puedes ponerte en contacto con nosotros, lo mejor es tener en cuenta a las calderas de condensación. Estas son capaces de asegurar un menor consumo, un alto rendimiento que superará el 100 % y una menor emisión de CO2 para que el medio ambiente también salga ganando con tu nueva caldera.