¿Quieres saber qué puedes hacer para mantener tu caldera a punto en verano y disfrutarla sin problemas en invierno?
Si crees que el invierno está todavía muy lejos, no te engañes, en menos de lo que piensas volverán los fríos y que se te estropee la caldera, puede ser una faena.
Es normal que los propietarios de viviendas y los gerentes de negocios se preocupen menos por el funcionamiento de su caldera una vez que los termómetros empiezan a subir. Ya no necesitan encender la calefacción y el uso de agua caliente disminuye.
Si tienes suerte de disfrutar de un buen clima durante los meses de verano, es posible que no tengas que usar mucho la caldera, lo cual es una buena noticia porque significa que estarás ahorrando dinero. Sin embargo, es un error ignorar completamente el mantenimiento de la caldera durante el verano, ya que podría ocasionar problemas una vez que regrese el frío.
Ya sea que uses la caldera mucho o poco durante el verano, lo importante es que sepas mantenerla en buen estado durante todo el año para que siempre esté funcionando correctamente cuando la necesites.
El mantenimiento de la caldera te ahorrará problemas y dinero
El mantenimiento de tu caldera seguramente te ahorrará problemas el día menos pensado y dinero a largo plazo.
El coste de mantenerla con regularidad puede ser significativamente menor que el coste de repararla o reemplazarla. Cuando se trata de electrodomésticos, la caldera es uno de los más costosos de reemplazar y puede causar gran impacto en la vida cotidiana.
Puede parecer que las calderas no se usan mucho en el verano en comparación con el invierno, pero eso no es del todo cierto.
Una de cada cinco personas se ducha más de una vez al día en el verano, en comparación con una de cada diez en el invierno. Cuando hace más calor, las personas se bañan más porque sudan más, participan en más deportes gracias al buen tiempo u otras actividades al aire libre, y necesitan sentir la limpieza que proporciona una ducha.
De ahí que, en verano puede que usemos más la caldera que en invierno.
Pero también es cierto que, la usamos a menor temperatura e incluso, a veces, podemos aguantar con agua fría. Por eso es importante aprovechar el verano para cualquier cosa que tenga que ver con el mantenimiento de la caldera.
El verano, la mejor época para el mantenimiento de calderas
Si hay algún problema en la caldera, será mucho mejor que lo soluciones mientras las temperaturas son suaves o hace calor.
Durante los meses de verano, no necesitarás tanto el agua caliente, al menos no a tanta potencia, incluso en algunas ocasiones podrás aguantar con agua fría unos días y, definitivamente, no necesitarás encender la calefacción, por lo que repararla no debería ser un inconveniente.
Si tu caldera se descompone a mediados del invierno, podrías tener problemas reales para ti y tu familia, o para tu negocio, por lo que es mejor que tomes medidas cuanto antes.
Muchas averías de la caldera son causadas por un mantenimiento deficiente, y esto puede deberse a que la caldera no se usa ni se cuida durante los meses de verano, enciéndela unos diez minutos más o menos de vez en cuando. Si dejas el sistema apagado durante meses, puede poner las tuberías en riesgo de corrosión.
Revisa si hay señales de advertencia de fallas tales como fugas, grietas, ruidos inusuales… para repararlas rápidamente. Los meses de invierno también pueden cobrar su peaje ya que la caldera está en uso constante, por lo que es una buena idea que le hagan un mantenimiento en el verano después de este período de uso intenso.
Otra razón por la que puede ser una buena idea solucionar estos problemas durante los meses de verano es que los técnicos de calderas están más disponibles y pueden responder antes a tu solicitud.
¡Si cuidas tu caldera, tu caldera te cuidará!
